Continúa la tensión y un final que seguirá generando ruido en los próximos días. El partido Valencia-Real Madrid terminó en un empate 2-2, pero no termina aquí, porque en el minuto 99, Gil Manzano, el árbitro del partido, no validó el gol 3-2 de Bellingham, silbando el final mientras Brahim colocaba la pelota en la cabeza de su compañero de equipo. Fue una jugada de esquina del Madrid y el árbitro había advertido que iba a silbar de inmediato, pero luego Gil Manzano llevó el silbato a la boca pero dejó jugar algunos segundos más, antes de cerrar el telón mientras el Madrid marcaba un gol de tres puntos. El árbitro se complicó la vida solo, y enfureció al Madrid, con Bellingham expulsado. Ancelotti duerme con +7 sobre el Girona y +9 sobre el Barcelona, que jugarán mañana en Mallorca y Bilbao respectivamente.
Tensión y silbidos
El partido estuvo precedido por una víspera llena de tensión por el regreso de Vinicius a Mestalla: el 21 de mayo pasado, el partido terminó con increíbles polémicas por actos de racismo contra el delantero brasileño del Madrid, escenas que llevaron a la apertura de un proceso penal, aún en curso. Vinicius fue recibido con carteles que lo definieron como ‘Pinochus' por sus declaraciones sobre esa tarde de mayo y luego fue fuertemente silbado y objeto de varios cánticos de burla.
Doble error
Ancelotti eligió a Tchouameni y no a Nacho como compañero de Rudiger en el centro de la defensa, y dio la bienvenida al regreso de Bellingham, ausente desde el 10 de febrero. Vinicius fue el protagonista negativo en el minuto 27: perdió la pelota en su área bajo la presión de Foulqier, quien sirvió a Fran Perez que disparó mal y la pelota terminó en la cabeza de Hugo Duro, quien venció a Lunin. Madrid se sorprendió y volvió a ser suicida. Tres minutos después, Carvajal lanzó desafortunadamente a Yaremchuk, quien eludió a su compatriota Lunin y depositó la pelota en el gol vacío.
La venganza
Madrid lastimado pero capaz de reaccionar en el quinto de los 5 minutos de tiempo adicional: corte de Valverde para Carvajal, cruzado por Javi Guerra y Rodrygo y metido en la red por Vinicius, quien tomó su venganza justo antes del descanso y celebró levantando el puño cerrado frente a la curva que lo había insultado racistamente hace unos meses.
Vinicius de nuevo
El segundo tiempo, jugado bajo una tormenta de lluvia y viento, llevó rápidamente a dos grandes paradas: Mamardashvili en Bellingham y Lunin en Diego Lopez, recién ingresado por Yaremchuk. Y en el minuto 77, el empate de Vinicius, de cabeza en un pase de Brahim que ingresó por Rodrygo. El Madrid creyó, el partido permaneció abierto y estuvo condicionado por la terrible lesión de Diakhaby. Luego un penalti concedido y retirado al Valencia por una falta que no existió de Nacho a Hugo Duro, y luego el increíble final. Que dejará abierta este partido ya lleno de polémicas.
ANCELOTTI
Al final del partido, Ancelotti mostró asombro e incredulidad: “¿Qué decir, no hay mucho que decir. Nunca me había pasado antes, es algo inédito. Después del rebote del portero, tuvimos el balón, y para mí debería haber detenido el partido cuando el Valencia lo recuperó. Si silba cuando el portero rebate está bien, pero dejó seguir y fue un error. ¿Bellingham? Fue expulsado porque le dijo al árbitro «Es un maldito gol», y es la verdad, lo que todos pensamos. No es un insulto, absolutamente, pero veamos qué escribe en el acta».
- Opinión de Tomás Roncero, periodista deportivo, sobre el partido: «Un final de infarto que deja un sabor agridulce.»
- El periodista Alfredo Relaño en su columna en AS: «Un partido lleno de polémica que se recordará por mucho tiempo.»
- El analista Juanma Castaño resalta la actuación del árbitro: «El papel de Gil Manzano hoy no ha sido el mejor. Ha habido decisiones muy cuestionables.»
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