Ya no solo preocupa el dato que de los últimos 15 puntos posibles se hayan conseguido 2 puntos, ya que 12 de esos puntos se disputaron ante equipos de mayor nivel, sino que lo más preocupante es la imagen que dio Osasuna ante un equipo de, a priori, inferior nivel como es el Elche y además jugando en El Sadar.
Pérdida de identidad
Osasuna se caracteriza y aún más en su estadio, por ser un equipo valiente, que ahoga al rival en su campo, que presiona cada salida de balón del rival, un equipo muy directo, con garra y sobre todo con las ideas muy claras y todo ello fue justo lo que no se vio en el partido ante el Elche del pasado lunes.
A pesar de que el comienzo de los rojillos fue muy bueno, rápidamente se fue diluyendo ese gran inicio tras el gol del empate del Elche y fue sobre todo una segunda parte muy negra de Osasuna, en la que el Elche se apropió del balón y Osasuna no fue a intentar robarle el balón, ni a presionarles, una situación que fue muy desesperante para una afición rojilla acostumbrada a ver a su equipo ser valiente e ir siempre a atacar la portería del rival.

Fuente: Diario de Navarra
Dos delanteros no funcionan
Todo lo que se gana en ataque con dos delanteros, se pierde en el mediocampo. Esa es la conclusión a la que se puede llegar tras lo acontecido el pasado lunes. Es cierto que Osasuna tuvo más presencia en ataque, en cuanto a rematadores se refiere, pero siempre se dice que el juego de un equipo se ensambla en el mediocampo y durante el partido ante el Elche, el mediocampo de Osasuna fue superado por el del conjunto Ilicitano. Osasuna salió con dos mediocentros, mientras que el Elche salió con tres mediocentros y ahí fue donde se generó la superioridad que acabó pasando factura en Osasuna.

Fuente: Osasuna.es
Jagoba, desde que llegó a Osasuna, siempre ha querido hacer de Osasuna un equipo muy directo y que juegue bien al fútbol, por ello ha tratado de imponerse en el centro del campo al equipo contrario mediante un 4-5-1. Un sistema que cambió el lunes ante la baja de Torró por acumulación de tarjetas amarillas, pero que no tardará en volver.
Torrodependencia
Lucas Torró está siendo el líder indiscutible del centro del campo de Osasuna, el jugador que está haciendo jugar al equipo y que le da todas esas características necesarias para Osasuna en dicha zona del terreno de juego. Ante el Elche no pudo jugar y aunque Moncayola se acabó echando al equipo a la espalda, se echó en falta el equilibrio de Lucas Torró y todo el trabajo defensivo que desempeña el mediocentro defensivo rojillo para que el Elche no superase tan fácil dicha línea de presión del mediocampo.

Fuente: Sport
Falta un mediocentro ofensivo
Para dar un salto de calidad hace falta jugadores con calidad, jugadores diferenciales, que te den ese último pase clave que rompa una línea defensiva, que cree peligro en el área rival y que decida partidos gracias a su calidad. Un jugador que Osasuna no tiene y que hace falta para poder crear peligro real sobre la portería rival. Moncayola y Lucas Torró se encargan de crear e iniciar el juego del equipo, pero Brasanac quién juega con Jagoba como mediocentro ofensivo no es un jugador para ello.
Carencias en el primer palo
Hace una temporada, Osasuna era noticia por ser junto a la Real Sociedad, el único equipo al que no le habían marcado un gol a balón parado. Una temporada después eso ha cambiado y en los dos últimos encuentros a Osasuna le han anotado dos goles de corner y en el primer palo que han costado 3 puntos en total, por no hablar del gol ante el Sevilla en el segundo palo. Sin duda es un problema que debe solucionar Jagoba cuanto antes para conceder menos goles.

Fuente: Naiz
Cambios tardíos
Un tema por el que muchos aficionados rojillos se han quejado y es que cuando rondaba el minuto 60 y 65 de partido, que era cuando peor estaba jugando Osasuna, todo el estadio estaba de acuerdo y pedía que se hiciesen cambios, todos menos Jagoba Arrasate. Fue una situación que desesperó al estadio al completo y cuando al fin decidió hacer los cambios ya era demasiado tarde como para que tuviesen un peso en el partido.