Un año particular para el equipo amarillo, el cual ha conseguido mantener la categoría con su particular estilo de juego. Por otra parte, después de una mala primera vuelta, tendrá que apretar las pilas si quiere seguir formando parte de la máxima categoría del futbol español.
Una segunda vuelta sin apenas sobresaltos
El conjunto de Cervera empezó el año 2021 con un empate ante el Valencia C.F. (último partido de la primera vuelta) y una victoria contra el Deportivo Alavés por 3-1. Todo indicaba que el Cádiz terminaría la ligua sin muchos sobresaltos y así fue. Alternando partidos buenos y desastrosos, el conjunto amarillo consiguió finalmente un meritorio duodécimo puesto con 44 puntos y una estabilidad en cuanto a resultados y a juego. Resaltaría algunos partidos como el del Valencia C.F. en la segunda vuelta o contra el Villareal. Otro dato curioso es el tiempo que el Cádiz lleva sin ganar en casa. Desde el 8 de mayo no ha conseguido vencer a ningún rival. Seguramente los aficionados dirán que haberle cambiado el nombre al estadio es lo que trae la mala suerte.

Un verano con nuevas incorporaciones
Las vacaciones trajeron nuevos refuerzos para un Cádiz que sufrió las bajas de algunos de sus jugadores como Augusto Fernández, Malbasic o Jorge Pombo (cedido al Real Oviedo a principio de temporada). Por otra parte, Cervera se hizo con los servicios de jugadores como el central armenio Haroyán, el delantero montenegrino Osmajic y se consiguió alargar la cesión del extremo procedente del Valencia, Rubén Sobrino. Con estos refuerzos, el Cádiz cuajó una buena pretemporada en la que consiguió ganar al Atlético de Madrid en el trofeo Carranza y al Burnley fuera de casa.

De nuevo al trabajo
El submarino empezó la temporada sin pena ni gloria, con dos empates en los dos primeros encuentros. Un empate contra el F.C. Barcelona y una posterior victoria en Balaídos contra el Celta hizo creer que el Cádiz podría pasar una temporada cómoda, sin embargo, el partido contra el Rayo Vallecano marcó un antes y un después en las aspiraciones gaditanas. Las crueles derrotas contra rivales directos como Alavés, Getafe o Elche han mermado el espíritu cadista, marcando así un decimonoveno puesto que no contenta a nadie. No obstante, el último partido contra el Real Madrid demostró la valía de un equipo que todavía no tiene todo perdido.
