La etapa de Xavi como entrenador del F.C.Barcelonaha tenido de todo. Es innegable que, después del Barça de Koeman, el equipo de Xavi ha mejorado mucho la calidad de juego, aunque quizás, a nivel europeo, aún no se estén cumpliendo las expectativas. En todo caso, el domingo Xavi tiene la oportunidad de levantar su primer título como entrenador del F.C.Barcelona si gana ni más ni menos que un clásico.
Un título es un título
Aunque es en Arabia Saudita y aunque no va a volver al equipo a la Champions League, la Supercopa de España es un título más que hay que disputar para mejorar la cara de la temporada. Aunque el objetivo principal parece que es La Liga, mañana el Barça tiene una gran oportunidad para llevarse a casa el primer título de la temporada y el primero de Xavi.
A parte de sumarse en el palmarés del club, este título serviría al equipo para encarar con más optimismo y confianza lo que queda de temporada, además de la gran dosis de autoestima que supondría ganar un Clásico.
No hay que escatimar
En la semifinal ante el Betis, Xavi no estuvo del todo acertado con los cambios, aunque parece que los hizo por molestias de los sustituidos. Debido a la marcha de Dembélé y de de Jong, o por la entrada de Ferran y Busquets, el equipo dejó de tener el dominio, hecho que provocó que el Betis fuese capaz de forzar la prórroga, y hasta los penaltis. En la final no hay que reservar a ningún jugador, y salir con el once de gala.
En la portería no hay debate. Parece que, como en el 0-4 en el Bernabéu, Xavi quiere aparejar a Vinicius con Araújo, hecho que supondría que la pareja de centrales sea Kounde y Christensen. El lateral izquierdo está por ver, aunque Balde ofrecería más profundidad al equipo, además de permitir al equipo tener un mediocampista más en ataque, como en el partido ante el Atlético de Madrid. El medio del campo podría ser el mismo que ante el Betis, con de Jong como 5. Arriba, con Lewandowski y Dembélé, puede ser que Xavi premie a Ansu Fati tras sus recientes buenas actuaciones.
El partido del domingo es clave para lo que queda de temporada, además de ser un título, que significaría el primero de Xavi. Un Clásico lo quiere ganar todo el mundo, pero si además hay una copa en juego, la motivación debe multiplicarse.
