Históricamente, el Fútbol Club Barcelona siempre se ha caracterizado por ser un equipo grande, tanto a nivel nacional, como a nivel Europeo. Sus numerosos éxitos, su estilo de juego, la cantera y los jugadores han colocado al Barcelona en la cúpula del fútbol mundial. Sin embargo, hoy en día, el Barça es un equipo que ha olvidado por completo su grandeza y lo que es peor, ha olvidado su identidad.
Koeman y el abandono del «Tiki-Taki»
Koeman llegó al Barcelona y en su presentación se definió como un Cruyffista que quería jugar el balón, dominar la posesión, presionar al rival y tener un juego muy ofensivo. Pese a todas estas promesas la realidad nos ha demostrado que esto no es así.
Des de su llegada, el técnico Holandés, ha estado haciendo experimentos, los cuales, nunca han acabado de dar sus frutos. El hecho de cada dos partidos alternar con una 4-3-3, una 4-2-3-1 o una 3-5-2 ha hecho que los futbolistas ya no sepan ni donde juegan, ni que tienen que hacer. Por otro lado, no es justo decir que el Barça ha abandonado el juego de posesión, no obstante, estamos igual que hace unos años, tocamos el balón por tocar, no hay una idea de juego bien trabajada. Además, la posesión no es indispensable, ya que, Ronald no tiene problema en hacer encerrarse a su equipo atrás y regalar el balón para defender un resultado en los últimos minutos. Es decir, del club aguerrido y luchador que conocimos ya no queda absolutamente nada.

La caída de un equipo que va de mal en peor
La marcha de estrellas y los problemas financieros han hecho que el Barcelona tenga una plantilla muy inferior a las de antaño. Esto también es una razón, por la cual, Koeman no tiene toda la responsabilidad sobre la situación deportiva del Barça, no obstante, los malos resultados acompañados de las declaraciones del técnico Holandés están empezando a generar mucha tensión dentro y fuera del club.
Aparte de que el equipo, hoy por hoy, no tiene la mentalidad de equipo ganador, cada dos por tres, Koeman, sigue excusándose escondiéndose tras su equipo, recordando que no hay nivel y, en resumen, que no tiene ningún tipo de confianza hacia su plantilla.
Para mí, llegar a este punto ya es tocar fondo, ya que, ¿si ni siquiera el entrenador del Barça confía en salir adelante como vamos a confiar los aficionados?

Los jóvenes, el salvavidas de Koeman
Pese a todo lo expuesto anteriormente, nadie puede negar que des de la llegada de Koeman, la participación de los jóvenes en la primera plantilla ha crecido exponencialmente. La gestión, en cuanto al talento joven, por parte de Koeman des de su llegada ha sido muy buena, ya que, no se le han caído los anillos por poner a chavales de la cantera a jugar en partidos importantes.
Sin embargo, tengo la sensación que el Barcelona, ahora mismo, vive una situación muy convulsa, en la cual, está mirando al futuro con el recuerdo de la grandeza del pasado pero está olvidando el presente. Está claro que gente como Nico, Gavi, Ansu, Pedri, Araujo… ilusionan pero no se puede poner la responsabilidad de tirar del carro de un equipo en el que pesa tanto el escudo como el Barça a chicos de 18 años.

Conclusiones
Para mí, hoy por hoy, no queda absolutamente nada del estilo e identidad que caracterizó al Barça durante muchísimos años. Las grandes citas Europeas nos quedan grandes, valga la redundancia, también nos cuesta sacar partidos adelante y cuando los sacamos, en vez de ir a por el rival, defendemos un resultado corto, características que no definen a un equipo ganador. Pese a eso, Koeman no es el único responsable de esto, entiendo la situación del técnico, sus máximas estrellas se han ido y debido a los problemas financieros no ha habido sustitutos a la altura. Pese a eso, está claro que la mentalidad y carencias que demuestra tener Koeman, ahora mismo, no favorece en nada a un equipo que necesita cambiar la actitud y mentalidad urgentemente.