El F.C.Barcelona ganó ayer en Montilivi por 0-1 con gol de Pedri. El partido no fue el más cómodo para el Barça, con un Girona que le dificultó en todo momento el juego a los de Xavi, y en los últimos 10 minutos llegó a encarrar al Barça en su propio campo. Los blaugranas jugaron el último tramo de partido sin delanteros naturales, con una formación que, si hubiese que dibujarla, sería un 5-5-0.

Los cambios tienen que cambiar

Desde hace unos cuantos partidos, cuando el F.C.Barcelona mete gol, Xavi decide sustituir a hombres de ataque por hombres defensivos. Quizás esto es a lo que invita la lógica, y quizás también, en algunos escenarios, es necesario, en cierto punto, aplicarlo. Pero el F.C.Barcelona, aunque este año está impecable defensivamente, es un equipo que su mejor defensa es la posesión del balón, por lo que cuando el resultado es justo, como ayer, lo mejor es apuntalar el centro del campo y conservar el balón para evitar lo que pasó: un asedio del rival en los últimos minutos, que, de no ser por Araújo y Ter Stegen, habría costado 2 puntos.

El cambio obligado de Dembélé hizo que Xavi tuviese que redistribuir el once, y en la segunda parte empezó jugando con el ya habitual lateral izquierdo largo, esta vez Jordi Alba, clave en el gol. En el minuto 81 y con el 0-1 a favor, Xavi decidió colocar doble lateral en la izquierda prescindiendo de delantero, y después poner al mediocampista menos pelotero del equipo para sustituir al único hombre de ataque restante, para así jugar los últimos minutos encerrados en área propia.

Xavi hablando con Dembélé tras haber sido cambiado. Fuente: GOAL

Falta confianza

Lewandowski, Dembélé, Pedri… son jugadores que están en un gran estado de forma y su confianza está por las nubes, pero hay casos como Raphinha o Ansu Fati, que se les ve faltos de confianza. El ejemplo más claro es Raphinha, que ayer no encaró ninguna vez a su lateral, y decidió centrar, una opción mala porque en centímetros iba a ganar siempre el Girona; o jugar atrás. Un extremo tiene que encarar, y aunque pierda balones, seguir encarando, porque es su rol. Quizás el ser zurdo y jugar por banda diestra le obliga a poner esos centros, por lo que quizás estaría bien probarlo por siniestra, para obligarlo al uno para uno con el lateral.

Está bien que, en partidos atascados como el de ayer, el Barça sea capaz de sacar los tres puntos, pero no por ello tenemos que eximirnos de hacer autocrítica, y el de ayer es un partido perfecto para hacerla.

Biel Macià Rodríguez.

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Soy un estudiante de periodismo de la UAB, aficionado al futbol y al Barça

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