El centrocampista valenciano del Real Oviedo está de dulce y está dando motivos de sobra para que la entidad carbayona le acabe renovando a final de temporada
Está de dulce
Víctor Camarasa llegó in extremis al Real Oviedo. En el último día del mercado invernal es siempre existen operaciones de última hora y el centrocampista valenciano recaló en la entidad azul cuando los aficionados oviedistas habían bajado los brazos, tras no haber podido fichar a un portero y a un delantero. Había que tener en cuenta que el exjugador del Betis nunca había jugado en Segunda División.
El principal objetivo de Camarasa no era otro que volver a sentirse futbolista. En este sentido, el Real Oviedo tenía mucho que ganar y poco de perder con esta operación, ya que no se sabía a ciencia cierta si su fichaje iba a funcionar o no. Hay que tener en cuenta que el centrocampista volvió unos días a Sevilla porque tenía dudas acerca de una recaída.

El valenciano tardó un par de semanas en incorporarse a la dinámica de grupo. Fue entrando en las convocatorias y Álvaro Cervera no le daba ese protagonismo que él demandaba. Con el paso de las jornadas, Camarasa cada vez se sentía mejor y empezó a disputar 20-25 minutos de media.
El centrocampista estaba con confianza y en varios partidos fue dejando muy buenas sensaciones. Está claro que Camarasa, estando en forma, es un jugador diferencial en la categoría de plata. Esto se ha visto en los tres últimos partidos del conjunto azul. Ante el Éibar llegó a la portería rival y tuvo varias ocasiones para hacer gol. En Gran Canaria abarcó mucho campo y ante el Lugo firmó unos minutos espectaculares, donde campó a sus anchas sin ningún tipo de oposición.
Su deseo de renovar
Víctor Camarasa está feliz en Oviedo y ha vuelto a sonreír. Tan sólo necesitaba eso. Volver a sentirse futbolista. En su presentación oficial explicó como se fraguó su llegada a la capital del Principado de Asturias: «Fue todo muy rápido para llegar aquí. Me llamó mi agente a última hora del día 31 y me dijo que había surgido la opción de ir al Oviedo y que el míster quería hablar conmigo. Me dijo que él, por su parte, estaría encantado de que viniese y me preguntó cómo me encontraba. Vengo bien, de entrenarme con el Betis, y estoy aquí para ayudar lo máximo posible. Cuando hablé con Cervera quedó decidido y ya fue cosa de papeleo».

El valenciano llegó con una ficha muy baja y estaría dispuesto a prolongar su vinculación con el conjunto azul. No pondría ninguna pega. Lo que está claro es que su compromiso con el Real Oviedo es total y, con pretemporada de por medio, puede volver a ser ese jugador que se ganó un billete a la Premier League. Es un jugador diferencial en la categoría y el conjunto azul tendría ese medio organizativo que tanto ha echado en falta esta temporada.
No le faltarán ofertas, pero lo que está claro es que escuchará primero al Real Oviedo. Un punto a favor es que Jesús Martínez, propietario del club azul, guarda una estrecha relación con los agentes de Camarasa.